Terapia de pareja

Se ofrece terapia de pareja para problemas de relación inherentes a la comunicación, a la organización en cuanto a tareas y tiempo libre, para superar la ruptura de una relación sentimental o para recuperarse de una dependencia amorosa.

Los problemas de pareja o crisis de pareja suelen estar estrechamente ligados a las etapas de desarrollo que van cumplimentando: crisis de compromiso, crisis de convivencia, la crisis del primer hijo, crisis del nido vacío. Los problemas surgen cuando la pareja no consigue adaptarse a la nueva situación.

Por un lado, intervenimos sobre parejas que acuden a terapia porque a lo largo del tiempo los integrantes se han ido distanciando. Estas parejas suelen tener poca intimidad, una vida sexual escasa y poco estimulante, con apenas espacios y tiempos comunes. No hay grandes conflictos, pero tampoco comparten ilusiones o proyectos.

Por otro lado, intervenimos sobre parejas en conflicto, en las que las discusiones son constantes, más allá de las dosis de conflicto inevitable en cualquier convivencia. En estos casos se contempla un estilo comunicativo lleno de críticas personales, desprecio, actitud defensiva y actitud evasiva. A veces la conflictividad se debe a la existencia de problemas del pasado todavía irresueltos, o en otros casos se ha desarrollado por una crisis de confianza (infidelidades, irresponsabilidades, adicciones, etc.)

En los problemas de pareja incluimos también aquellas problemáticas o trastornos inherentes al ámbito sexual, por ejemplo: disfunción eréctil, eyaculación precoz, ansiedad de prestación, vaginismo, trastorno del deseo sexual.

¿Cómo se procede?

A las sesiones de terapia habitualmente se solicita la presencia de ambos miembros de la pareja, excepto cuando se aborden aspectos individuales como por ejemplo la falta de motivación. La premisa básica de la terapia de pareja es aumentar las interacciones positivas y reducir las negativas. Lo aspectos que solemos trabajar en una terapia de pareja son:

  • El entrenamiento en habilidades de comunicación. Este tipo de entrenamiento se centra en mejorar las habilidades de escucha y de habla.
  • El entrenamiento en solución de problemas. Generalmente se centra en ayudar a las parejas a aprender técnicas para solucionar problemas.
  • El entrenamiento de comportamientos funcionales. Cuando cada miembro de la pareja está de acuerdo en realizar cambios conductuales específicos que el otro ha señalado como deseables.

A veces el trabajo de cada uno de estos aspectos consiste en la utilización de tareas para casa. Se trata de unas indicaciones precisas que el psicólogo proporciona a la pareja para que ejercite nuevas modalidades de relación.

Conclusiones

Frente a una crisis de pareja se precisa una intervención rápida antes de que el problema destruya los sentimientos recíprocos de apego. Se utilizan técnicas específicas para mitigar los sentimientos mientras se intenta resolver, en el menor tiempo posible, los problemas de pareja.

Cuando hay crisis de pareja, la intervención terapéutica puede ser individual también. Ese es el caso de cuando uno de los componentes de la pareja no quiere participar. Para evitar resistencias que comprometerían el proceso terapéutico, con esa persona se trabajará de forma indirecta. En el trabajo con problemas de pareja, antes de todo hace falta negociar objetivos comunes.

El amor no (sólo) se dice, es más, se hace. Es decir, con el auxilio de la terapia de pareja promovemos la actitud de cuidar activamente la relación, lo que también implica la disposición a dejarse influir en la toma de decisiones y a apoyar los sueños y aspiraciones del otro.

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